26 mayo de 2006
Hay a quien le parece mal que a este año se le llame el año de la memoria histórica, y quiere disfrazarlo con el tÃtulo del año de la concordia.
Es curioso cómo hay todavÃa quien quiere seguir vendiendo la historia de aquellos hombres y mujeres que lucharon por sus ideales y la República, hundiendo esa parte de la historia todavÃa más en la oscuridad para que no se conozca nunca.
Cómo se puede tener tal clase de cinismo y hablar de concordia, cuando todavÃa existen vÃctimas y familiares a los cuales todavÃa no se les ha dado respuesta sobre esos derechos humanos que aún a dÃa de hoy el Estado español sigue sin hacer justicia en la más total impunidad, tras el régimen de Franco; derechos que tienen las vÃctimas y sus familiares, el derecho a saber, el derecho de las vÃctimas a la justicia y el derecho de las vÃctimas y sus familiares a obtener reparación.
Pero cómo se puede pretender borrar de un plumazo que fueron numerosas las vÃctimas de graves a abusos y que en el momento en que fueron perpetrados éstos, dichos abusos ya el derecho internacional los prohibÃa y estaban reconocido como crÃmenes contra el derecho internacional.
Durante la Guerra Civil española, desde 1936 hasta 1939, y luego bajo el régimen franquista, desde 1939 hasta 1975, la única versión oficial que se dio en nuestro paÃs y la cual se encargó el régimen franquista de transmitir a la sociedad española desde 1939 fue la del olvido, el miedo y la impunidad.
Durante el gobierno de la transición y hasta nuestros dÃas, los derechos de numerosas vÃctimas y sus familiares a la verdad y a la justicia permanecen negados de forma absoluta.
Cuando se niega de modo absoluto la verdad y la justicia a quienes sufrieron durante la Guerra Civil por el régimen franquista abusos de esta Ãndole, lo único que se les está negando de modo claro es el derecho de la vÃctima y su familia a la reparación.
Se vulneraron los derechos humanos bajo el régimen de Franco y se seguirán vulnerando los derechos de las vÃctimas y sus familiares mientras el Estado español no se haga cargo de hacer justicia y queda establecida la garantÃa total de que tales crÃmenes no se repetirán.
Hay un ejemplo muy claro, el caso de los desapariciones forzadas, ejecuciones por fusilamiento, internamientos clandestinos y ocultamiento de los cadáveres.
Ello ha conllevado que los familiares a no puedan dar una sepultura digna a los restos de sus vÃctimas; tales son los casos de fosas comunes y enterramientos aislados.
El ofrecimiento de declaraciones simbólicas o compensaciones económicas tales como monolitos, mapas de fosas, etc., etc., incumplen de modo manifiesto el deber a la reparación y por tanto se incumple también el derecho a saber. A aplicando de esta forma una polÃtica de olvido sobre crÃmenes y abusos cometidos contra quienes los padecieron y sus familias. Además de afectar a sus derechos individuales también tiene consecuencias sobre la sociedad en general.
Es el Estado español el que tiene la obligación de demostrar su compromiso con los derechos humanos y adoptar todas las medidas necesarias para el esclarecimiento y que por ley asiste a quienes fueron vÃctimas del régimen franquista y sus familiares. La polÃtica del perdón, del miedo y del olvido sobre crÃmenes tan graves no es el camino para evitar que se cometan de nuevo abusos sino todo lo contrario, la vÃa más rápida para que de nuevo se vuelvan a cometer.
Cuestiones todas que al parecer no quieren ni escuchar hablar de ellas quienes han votado para que a este año se le llame el año de la concordia. Al parecer, desconocen o quieren desconocer que en la transición y durante los gobiernos posteriores no se modificó sustancialmente la situación de las vÃctimas y sus familiares con respecto a los abusos y a los crÃmenes que cometió el régimen franquista, que a dÃa de hoy siguen siendo de “lesa humanidad».
Las vÃctimas y sus familiares siguen a dÃa de hoy sin tener acceso a la justicia, ni a una reparación adecuada, efectiva y gráfica, por los años sufridos, como tampoco tienen acceso a información pertinente sobre dichas violaciones y los mecanismos de reparación.
No es la solución dar subvenciones para colocar monolitos sobre las fosas comunes de asesinados por el franquismo en los cementerios, sin haber tenido en cuenta la historia de quienes están enterrado en dichas fosas, sin saber por qué fueron asesinados, cómo vivieron, por qué los asesinaron, cómo vivÃan, etc., etc., etc.
No es tampoco solución hacer un mapa de fosas comunes en AndalucÃa, cuando todo lo anteriormente dicho todavÃa sigue en total impunidad. Es incomprensible cómo, sin haber todavÃa ningún tipo de ley para proteger estos lugares, se pretenda hacer un mapa de fosas comunes.
No es solución si los reconocimientos a efectos indemnizatorios siguen estando a medias, faltando por indemnizar todavÃa a muchos expresos republicanos que estuvieron en un régimen de esclavitud trabajando para el gobierno de Franco en obras públicas y en empresas privadas, las cuales jamás han pretendido aportar algo de él enriquecimiento que tuvieron gracias a la mano esclava que trabajó para ellas.
No es solución encomendar a las asociaciones y a los ayuntamientos los trabajos que por obligación tiene que hacer el propio Estado.
No es solución seguir dejando el vacÃo en el sistema educativo, donde a dÃa de hoy aún se sigue sin saber esa parte de nuestra historia de quienes murieron por defender la República y la libertad, quedando de esta forma en el olvido es esa parte de nuestra historia, la cual ya deberÃa de estar reflejada en los libros de texto.
No es solución el hacer un decreto para la recuperación de la memoria histórica en AndalucÃa, un Comité Técnico y organigramas donde más que solucionar y hacer valer los derechos humanos de la vÃctima y su familia, lo que se hace es impedir que tales hechos se reconozcan como lo que son, crÃmenes contra la humanidad.
La administración autonómica de la Junta de AndalucÃa, al igual que la estatal, desplaza a los familiares de las vÃctimas y a las asociaciones la responsabilidad que compete solamente al Estado español.
Con la polÃtica actual de exhumaciones lo que se hace es destruir las pruebas de un programa de exterminio, y asà se cumplen los siguientes objetivos:
1. Acallar las justas peticiones de familiares de las vÃctimas
2. Ganarse el favor con la subvenciones determinadas asociaciones de bajo perfil, comprometedor, con las obligaciones gubernamentales en este caso:
* CrÃmenes contra la humanidad
* Borran las pruebas
* Impidiendo la acción de una comisión de la verdad
En definitiva, los graves abusos cometidos por el franquismo contra las vÃctimas y sus familiares y que constituyen un crimen contra los derechos internacionales fueron ignorados y a dÃa de hoy siguen siendo ignorados.
Por eso todo lo que no sea hacer cumplir los derechos internacionales sobre los crÃmenes contra la humanidad, será solamente rescatar una memoria histórica a medias, quedando de esta forma una deuda histórica y de justicia, la cual no prescribirá nunca, y quedando como estamos en evidencia ante paÃses vecinos de Europa y de América.
Por eso, si se hubiera hecho justicia con las vÃctimas del régimen franquista y sus familiares, yo les aseguro que a nadie le importarÃa o tendrÃa inconveniente en llamar a este año “EL AÑO DE LA MEMORIA HISTORICA».