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Luis A. García Bravo

Los trágicos acontecimientos que tuvieron lugar durante la guerra y la posguerra española dejaron tras de sí la desgracia, toda clase de desmanes, violencia y crímenes que conllevó una larga guerra de tres años, en la que los únicos que se beneficiaron de ella fueron quienes la provocaron y se lucraron con la misma.

Pero una vez que esta terminó llegó una larga posguerra, donde el ensañamiento del régimen impuesto fue aún peor, convirtiéndose en la prolongación de la guerra. Fueron muchos los hombres y mujeres a los que siguieron masacrando y asesinando, por el mero hecho de pensar de manera diferente, esa forma y obsesión que el régimen tuvo, durante todos los años en que gobernó España, por acabar con cuanto representaba los valores republicanos. Esto hizo que hasta la muerte del dictador España fuese un país enlutado, de silencio y de mucho miedo.

Esos primeros años de posguerra además de lo ya dicho existieron el hambre y las epidemias; ese era el panorama que tuvieron que padecer aquellas familias a las que el régimen calificó de rojos, sufriendo toda clase de vejaciones, siendo señalados todos los miembros de las mismas como rojos.

Aun así y como decía un viejo republicano, nosotros no perdimos la guerra, solo perdimos una batalla, ya que si el franquismo hubiera ganado la guerra, no seguirían los valores libertarios, comunistas y socialistas vivos a día de hoy; nunca el régimen pudo erradicar esos valores.

Y aunque el objetivo principal del régimen fue el de enterrar esa parte de nuestra historia más reciente, bajo una gran losa de olvido para siempre, y arrancar las páginas de esa otra parte de nuestra historia, la de la República, han sido ellos, esos hombres y mujeres, quienes han sabido mantener viva la llama y los ideales, los mismos que un día eligieron para vivir en libertad en España.

Por eso, rescatamos del olvido historias de quienes decidieron luchar y morir por esos valores y rescatamos de montones de legajos sus historias, junto a los testimonios de familiares y de aquellos a quienes les tocó vivir esos años de guerra y posguerra. Estamos dispuestos, además de a hacer justicia histórica, a mover esa gran losa de olvido, y poco a poco vamos pegando en los libros de textos las hojas que el régimen arrancó de nuestra historia.

Y de esa forma familiares, jóvenes y menos jóvenes conocerán qué fue lo que llevó a una gran parte de españoles a luchar por el poder legalmente constituido, la República, que fue el legado histórico que nos han dejado.

Cuando por fin hayamos conseguido retirar del todo la gran losa de olvido y entre por fin la luz, cuando todas las páginas de esa historia estén pegadas en los libros de texto, para que se conozca la historia en escuelas, institutos y universidades, y cuando por fin sea anulada la ley de amnistía vigente en la actualidad, para que actué la verdadera justicia, y se cumplan los derechos humanos de las víctimas y familiares de la represión franquista…

Entonces y no antes será cuando en España se habrá conseguido La Verdad, La Justicia y La Reparación y será también entonces cuando podamos decir que los españoles vivimos en democracia.

Porque un pueblo que no conoce toda su historia seguirá estando encadenado y esclavizado al silencio, al miedo, y volverá a ser avasallado.